Creo que no había otra forma de empezar este cortito que con lo que estuve pensando todo este tiempo. "Todo” fue menos de un mes y aún así pareció eterno. Estuve pensando y trabajando mucho sobre la culpa y ansiedad de no trabajar. Sí, siento culpa y ansiedad cuando paso semanas sin trabajar. Por más que aplico y te cuento cómo tener días equilibrados, proyectar el año con tiempos de ocio y disfrutar de los momentos de no hacer nada, cada vez que desconecto completamente del trabajo por varios días, full desconexión, siento culpa y es algo que trabajo diariamente.
La mayoría de las personas exitosas y emprendedoras, que parece la tienen re clara, casi cerca de ser superhéroes o superheroínas que ves en redes sociales, están bastante lejos de lo de super. Solamente son personas bastante obsesivas, que hacen mucho A PESAR de los hábitos autodestructivos y las charlas internas que te tiran abajo. Porque esas charlas, amigos y amigas, las tenemos todes.
Es justamente por sentir eso que hace varios años empecé a estudiarlo, trabajarlo, creando y dandole importancia en mi vida a estos espacios de desconexión, obligándome a hacerlos por más que mi cerebro diga que va a haber un futuro oscuro y apocalíptico si dejo de trabajar. Nuestro cerebro es el peor detractor de lo que hacemos, muchas veces hay que ignorarlo y mandarlo a relajar o entrenarlo y mandarlo a meditar. Si previo a este cortito sentías que esto te pasaba sólo a vos, no te preocupes, nos pasa a todas/os, especialmente a quienes emprenden. Hace unos días Martu Rua, periodista y autora de "La Fabrica del Tiempo” contaba su experiencia al respecto en este post y dejaba una pregunta que es fundamental para este momento:
¿Acaso no podemos pensar en hacer mejor con el descanso y el no hacer como parte fundamental de Ser?
Vivimos en un mundo donde producir, generar y estar activos es la moneda de cambio y relajar y tomarnos momentos de descanso está mal visto, todo eso suma a cómo vemos los días y cómo nos sentimos al respecto. En mi caso cerrar Instagram estos días tuvo un doble objetivo, necesitaba desconectar de la constante interacción diaria que demanda mucha energía y por otro fue estratégico para disminuír el nivel de ansiedad que siento cuando no trabajo. Si entraba a Instagram y veía las cuentas que sigo de amigos y amigas emprendedores que sí estaban trabajando, la ansiedad se iba a intensificar.
Así que este es el detrás de escenas que pocas veces se ve, la realidad, nadie tiene todo tan resuelto como parece. Todos estamos en el mundo en este momento descubriendo las mejores maneras para funcionar mejor y vivir una vida que nos haga sentir más felicidad y menos dolor.
¿Explotó algo mientras no estuve? No. Y la única forma de acostumbrar a nuestro cuerpo a sentirse mejor con desconectar varios días o semanas es haciéndolo y comprobando que no pasa nada.
Hoy vuelvo muy relajada, con la cabeza descansada y lista para empezar el 2021.
Ya pasaron algunas semanas desde que se publicó el video de fin de año de Boston Dynamics donde muestra, bueno no te voy a spoilear, entrá y mirá el futuro hoy. Y en este otro video podés ver cómo fue la evolución de sus modelos desde 2012. Si te tuviera al frente te preguntaría ¿Qué sentís mirando estos videos?
En sintonía con lo que te contaba en el primer punto, te propongo un experimento para esta semana. Borrá Instagram (o la red social que más uses) algunos días y fijate cómo te sentís, qué hace tu mano cuando agarra el celular, cómo estas durante el día y todo lo que notes. Y si querés contame cómo te fue.
Y si sos una persona que trabaja por Instagram y vos gestionas tu propia red, la próxima que planifiques un break laboral mi recomendación es que prepares todo para poner en stand by la cuenta, avisando del break a tus seguidores y borres la app. Contame cómo te sentís después.
“100 consejos para una vida mejor” por Conor Barnes (@Ideopunk). El artículo está en ingles, recordá que podés traducir la página completa con el traductor de Google. La lista es muy buena, te dejo algunas de las que me gustaron más pero en general el 90% es excelente:
“Las personas que son mejores en el final, generalmente son las que son curiosas en el principio”.