Si las tareas y asuntos que surgen a diario en tu negocio te sacan de foco y te generan ansiedad, leé este artículo en el que te explico cómo resolver este problema paso a paso.
Si las tareas y asuntos a resolver que surgen a diario en tu negocio no te dejan enfocarte en lo que es realmente importante y al mismo tiempo, todos esos temas te generan ansiedad, porque no sabés ni cómo ni cuándo vas a poder hacer todo eso que tenés que hacer, leé este artículo en el que te explico los pasos a seguir y los aspectos a tener en cuenta para poder resolverlo.
Imaginate que en este momento tenés un elefante gigante al lado tuyo. Está ocupando absolutamente toda la habitación en la que estás ahora.
Si te digo que te tenés que comer a ese elefante entero, ¿Cómo hacés? ¿Por dónde empezás?
La respuesta es: de a pedazos pequeños. Vas a sacar cuchillo y tenedor, vas a cortar un pedazo, te lo vas a comer, después vas a comer otro pedazo, y así vas a seguir, progresivamente, hasta que logres comerte todo ese elefante. La misma técnica vamos a aplicar con las tareas de nuestro negocio.
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El problema de que las tareas diarias te generen ansiedad empieza cuando estás pensando en absolutamente todo lo que tenés que hacer. Si lo llevamos al ejemplo podemos decir que estás pensando en todo ese elefante que te tenés que comer al mismo tiempo, y no en los pedazos que vas a ir comiendo de a poco.
Esta situación te empieza a generar ansiedad porque tu cabeza comienza instantáneamente a pensar en algo más o menos así: “Hoy tengo que hacer esto, también tengo que hacer lo otro, cómo voy a hacer tal otra cosa, no me va a alcanzar el tiempo, cómo voy a llegar, tengo que hablar con mi socia/o para resolver este tema, tengo que llamar a tal proveedor etc., etc., etc.”
Si estás viviendo esta situación de ansiedad y falta de foco por todo lo que tenés que hacer, este video es definitivamente para vos:
Empezá por la base de todo, busca entender cómo funciona tu negocio y en qué estado se encuentra hoy.
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Esas responsabilidades tienen que estar bien definidas, deben ser específicas y claras.
Este es el paso más importante para lograr un buen trabajo en equipo y una buena comunicación.
Por ejemplo, si tenemos un negocio B2B, una persona se va a encargar de todo lo que tenga que ver con la venta y la relación con las empresas, y la otra persona se va a encargar de la promoción y administración del negocio.
El hecho de que se dividan los roles no quiere decir que no vayan a tomar decisiones en conjunto. Significa que cada persona lidera un área o un conjunto de tareas con el fin de tener responsabilidades y tareas bien definidas.
El objetivo de estas reuniones es entender que tienen que hacer en la semana o el mes y definir tiempos para cada proyecto. También sirve para entender en dónde está tu socio/a, qué está haciendo y saber si necesita ayuda de tu parte, o viceversa.
Pensalo como en un equipo de fútbol. Para meter un gol, vas a necesitar que alguien te haga un pase. Si juegan juntas/os y coordinadas/os van a poder “ganarle” al otro equipo.
Siguiendo con esta analogía, no es lo mismo como juega el Barça que como juega la Selección Argentina, por ejemplo. Se ve que es un baile coordinado cuando juega al Barça. Ustedes tienen que lograr ese baile, esa coordinación con sus socias/os.
Otro factor a analizar si sentís que no podés abarcar todas las tareas de tu negocio, es la posibilidad de que te esté faltando equipo. Tal vez estás en un proceso de muchísimo crecimiento, de muchísimas tareas y necesitás sumar a alguien más.
Puede ser que necesites otra persona que se ocupe de lo operativo para que vos te puedas enfocar en las cuestiones más importantes o apremiantes del negocio que demanden ser realizadas por vos o tu socia/o.
Tu cabeza tiene que poder estar en lo estratégico del negocio. Si estás teniendo un cuello de botella ahí, fijate de sumar alguien al equipo.
Entonces, resumiendo, lo que tenés que hacer es:
¡Eso es todo! Entendé cómo funciona tu negocio. Identificá esas trabas. Resolvelas. Y accioná de a poco.
