Buen domingo para todos!
Después de un mes de vacaciones, vuelvo al día a día con las energías recargadas para todo lo que se viene.
Retomo la escritura del cortito después de la participación de Juan 🙌 (quien les dice pueda aparecer nuevamente en poco tiempo)
Este año promete ser increíble: el equipo crece, el negocio también, y el valor que proyectamos aportar se multiplica.
Ya voy a ir contando todo por acá porque falta poco 🔥
Mientras tanto, vamos cortito y al pie.
🧠 HOY CORTITO Y AL PIE:
Cuando empezás a construir un negocio, tu vida parece girar en torno a eso.
Te despertás y te acostás pensando en cada decisión, en los números, en los clientes, en las cosas que faltan resolver. Es un trabajo constante y, sí, construir bases sólidas no es fácil.
Y aunque al principio es normal sentir que todo depende de vos, hay algo que tenés que tener claro: no debería ser así para siempre.
Cada vez que pienso en cómo estructurar un negocio, mi objetivo es simple: que no dependa de mí. Porque si todo pasa por mí, me convierto en el rol más caro y en el mayor cuello de botella.
Hay un miedo común que siempre escuché de casi todos los líderes con los que trabajé: “Si me tomo vacaciones, se rompe mi negocio.”
La verdad es que el negocio no se rompe cuando no estás... si construís los sistemas, procesos y equipos correctos. Equipos que entienden su cultura y objetivos. Procesos que fluyen incluso cuando vos no estás para supervisarlos. Y sistemas que hacen que todo funcione como un reloj bien afinado.
Tu negocio no tiene que depender de vos para sobrevivir. Pero para llegar ahí, hace falta trabajo estratégico, claridad y, sobre todo, tiempo para construirlo.
Esta semana volví a trabajar después de un mes de absoluta desconexión y todo siguió funcionando a la perfección.
¿Mi negocio esta en peligro? La verdad es que no.
Pero te invito a hacerte la pregunta: ¿Tu negocio esta peligro?
Si sentís que sí y que tomarte al menos 15 días de vacaciones suena imposible, te dejo acá un video de 15 minutos donde explico cómo trabajamos en esto con nuestro equipo, y cómo podés empezar a construir un negocio que funcione más allá de vos.
Tu negocio no es solo números, productos o procesos. Es la energía que lo mueve, incluso cuando vos no estás.
Esa energía tiene un nombre: la cultura de tu equipo.
Pensá en ella como el ADN que define cómo se toman las decisiones, cómo se resuelven los problemas y cómo se siente trabajar ahí todos los días.
Si te tomás el tiempo para pensar y construir esa cultura, vas a ver cómo todo empieza a fluir: desde las pequeñas acciones diarias hasta las grandes metas que parecen inalcanzables.
Cada persona que ingresa al equipo tiene una reunión conmigo donde vemos punto por punto cuál es la cultura espartana dentro del equipo.
Y se ve de esta manera:
Esta es nuestra brújula, los valores que guían cada paso y que hacen que, incluso en los momentos más desafiantes, tengamos claro hacia dónde vamos.
Si todavía no bajaste tu cultura, es momento de hacerlo
Hay algo que todos queremos cuando emprendemos un negocio: que funcione.
Porque si el negocio funciona significa que estas más cerca de vivir la vida que querés.
Suena difícil, pero no se trata de inventar la rueda (muchas personas ya saben cómo hacerlo). Por eso, entrevisté a Helga Yasci, directora y miembro de la 3ra generación de la familia fundadora de ESSEN, el negocio con mayor impacto en su mercado.
En mi canal de Youtube dejé la entrevista completa, mi recomendación es que no te la pierdas.
"Tu negocio debería ser una herramienta que potencie tu vida, no una cadena que la limite."
Si tenés un negocio de servicios y estas buscando escalar tus resultados de manera sólida, seria y sostenible, acompañado de un equipo de profesionales especialistas, aplicá a mi consultora acá.
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